Culminando ya la celebración del 150 aniversario de LAS PROVINCIAS es buen momento para una reflexión sobre cómo ha evolucionado la tecnología y cómo ésta nos va a cambiar la vida.
Predecir los cambios tecnológicos para dentro de 150 años sería un ejercicio demasiado atrevido por mi parte. Vamos a dar mejor una mirada a un horizonte de 150 meses, algo más de una década.
Las personas, empresas y entidades se han sometido a cambios tecnológicos generación tras generación. Durante los últimos 150 años han experimentado un cambio importante cada 20 o 30 años. Pero en la última década los cambios se suceden de forma acelerada, con varios saltos tecnológicos en solo una generación. 150 meses es ahora un plazo muy amplio en términos de tecnologías.
Comunicaciones, transporte, energía, salud, comercio, banca, fabricación y distribución son áreas en las que podemos detenernos para echar esa mirada al futuro desde la óptica de la digitalización del conocimiento y la electrónica.
Asomándonos al futuro
- Comunicaciones entre personas individuales, en grupos o comunicaciones masivas:
Desde la imprenta, el correo postal y el telégrafo, las comunicaciones han avanzado de forma asombrosa. Gozamos hoy día de conexión permanente con personas y con la información de los medios y de las redes sociales a través de Internet y los móviles. Las carencias que sufrimos con estos modos de comunicación, tales como la falta de concentración y las limitaciones de textos y fotos en un pequeño aparato, deseamos que pronto sean superadas.
Tendremos en unos años una comunicación más ordenada y filtrada por “agentes personales” que podremos configurar en función de nuestros deseos y necesidades en cada momento del día.
Los interfaces directos con el cerebro permitirán una comunicación más rica, con todos los sentidos, no solo con la vista y el oído. Será una comunicación telepática, de pensamiento a pensamiento.
- Transporte de personas y mercancías:
El ferrocarril y el motor de explosión han supuesto una revolución para la humanidad. La nueva revolución viene por una parte del lado de la propulsión: los coches serán eléctricos o híbridos. Y por otro lado se extenderá la conducción autónoma de los vehículos y la compartición de su uso. En las áreas urbanas, donde vivirá el 60% de la población en 2030, estas aplicaciones tecnológicas serán esenciales.
- Energía, su producción, distribución y consumo:
Es imprescindible que disminuya de forma drástica la dependencia de los combustibles fósiles para la producción de energía. De las energías renovables abogo por las que convierten la energía solar en producción de electricidad con células fotovoltaicas de nuevos materiales como el grafeno. La gran ventaja de la fotovoltaica es que puede producirse muy cerca del equipo donde se consume.
El almacenamiento de la energía con baterías de alta eficiencia también cambiará la forma en que se distribuye y se consume la energía. Los avances tecnológicos en este caso vienen también de nuevos materiales y de avanzados procesos químicos y orgánicos.
- Salud, monitorización y tratamientos:
Las pulseras de actividad y los relojes que registran constantes vitales son solo un comienzo. Veremos generalizarse implantes de chips capaces de hacer análisis de sangre o de administrar fármacos. Otros ejemplos son dispositivos electrónicos que sustituyen a la retina o el oído interno y nanorobots capaces de navegar y actuar en nuestro interior.
- Comercio, promoción, compra y venta:
El comercio digital y la presencia de medios electrónicos en los establecimientos físicos van a seguir creciendo hasta convertirse en la nueva forma de comercio. Tecnologías de sensores, de realidad virtual y de realidad aumentada son buenos exponentes de cosas que cambiarán el comercio.
- Banca y finanzas:
El sector financiero va a experimentar un cambio profundo con la presencia en la cadena de valor de nuevos actores (empresas tecnológicas como Google y Apple) y con la transformación digital de los actores tradicionales (bancos). La extensión de los micropagos electrónicos, la desintermediación, las monedas virtuales basadas en cadenas criptográficas, los préstamos directos y el tratamiento masivo de datos (big data) son ejemplos de usos tecnológicos que van a cambiar este sector.
- Fabricación, diseño, desarrollo, producción:
Se generalizará la impresión 3D de piezas y productos completos para prototipos y series cortas. Los robots serán mayoritarios en las fábricas. La conexión entre los sistemas de ventas y de fabricación permitirá productos personalizados a la medida.
- Distribución de mercancías:
Los productos llegarán a sus destinatarios en muchos casos en cuestión de horas, gracias a redes logísticas optimizadas con sistemas capaces de predecir la demanda. En zonas abiertas se usarán drones aéreos que transportarán la mercancía hasta la casa del comprador. El transporte de mercancías también disfrutara de vehículos de conducción autónoma.
Optimismo ante todo
Puede apreciar, querido lector, que propongo una visión optimista de la evolución de las tecnologías y su influjo en la vida de las personas.
No faltan las visiones agoreras de un mundo dominado por fuerzas oscuras a modo de un “Gran hermano” de la novela de Orwell. Esto es un gran reto y no tiene que ocurrir si estamos alerta.
Animo desde estas líneas a mantenernos informados sobre las tecnologías emergentes y a aprovecharlas como usuarios decididos y prudentes, protegiendo nuestra privacidad.
En 150 meses disfrutaremos, con alta probabilidad, de muchos de los avances tecnológicos que enuncio aquí. En 150 años los avances serán infinitamente mayores, aunque eso no lo podremos ver.
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Artículo publicado en Las Provincias el domingo 13 de diciembre 2015