Entrevista Vis a Vis C7 Televalencia: Tecnología en las empresas

El domingo 2 de noviembre de 2014 se ha emitido en el programa Vis a Vis de Canal 7 Televalencia esta entrevista a Adolfo Montalvo.

En una agradable charla sin guión previo se desgranan reflexiones sobre el uso de la tecnología en las empresas y de las debilidades de empresas en este terreno, especialmente en tecnologías «horizontales» como informática, electrónica y telecomunicaciones.

Eduardo Alcalde, periodista director del programa, introduce reflexiones sobre el periodismo y la convivencia de los jóvenes y futuros CEO’s con la información y la formación universitaria

Consejos para el verano: uso de telecomunicaciones. SER Valencia radio

Ya estamos en pleno periodo estival y muchas personas se desplazan a lugares distintos de los habituales.

Viajamos por España y el extranjero cargados con nuestros smartphones, tabletas y portátiles y queremos hacer uso de estos dispositivos sin que nos cueste una fortuna y sin correr grandes riesgos.

De estos temas hemos hablado en el programa «Hoy por Hoy» en Radio Valencia cadena SER

Y sobre todo no olvidemos que para descansar hay que cambiar por unos días de costumbres y lugares, de modo que si estamos saturados de conexiones, lo que hay que hacer es …. desconectar.

Feliz verano.

Verano digital

El verano, por naturaleza, es analógico, no es digital: sensaciones y vivencias imposibles de cuantificar.

Digitalizar es convertir una variable continua en un número. El resultado, dependiendo de la cantidad de muestras y de la resolución, se puede aproximar mucho a lo que nuestros sentidos pueden percibir. Las tecnologías que digitalizan nuestras memorias y comunicaciones son cada vez más cercanas y sustentan la vida analógica de forma sencilla y casi invisible.

Voy a intentar compartir unos consejos para que en este periodo estival la convivencia analógico-digital  nos resulte asequible en costes y llevadera emocionalmente.

Una solución podría ser el desconectar completamente del mundo digital durante los días o semanas que dure nuestro paréntesis veraniego: es una opción legítima, y en algunos casos, aconsejable.

Pero desde estas páginas asumimos y defendemos que las tecnologías de la electrónica, informática y telecomunicaciones forman parte intrínseca de las personas, las empresas y la sociedad y por ello, intentamos dar pistas para aprovecharlas a nuestro favor.

Optimizar los costes de Internet

Asumiendo por tanto que queremos permanecer comunicados y conectados, hablemos primero de Internet en verano.LP Verano Digital imagen

Para las conexiones de ordenadores portátiles, tabletas y el uso intenso de smartpones, recomiendo buscar puntos de acceso WiFi en los que el consumo sea ilimitado. Busquemos hoteles, campings, restaurantes, telecentros y los puntos WiFi de operadores y aprovechemos los accesos gratuitos o los incluidos como parte otros servicios.

Para accesos intensos y continuos, hay bonos WiFi a precios asequibles: hay que elegir los que se admitan en la zona donde estemos, seleccionando el que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Atención a las condiciones de los accesos WiFi de pago: algunos bonos muy baratos restringen la conexión a un único dispositivo o filtran ciertos tipos de tráfico, como puede ser la voz sobre IP (Skype o similares) o el video (Youtube, Vimeo)

Para accesos esporádicos o desde múltiples lugares los bonos de datos 3G (o el incipiente 4G) son la solución perfecta, óptima para smartphones y tabletas. Recomiendo la instalación de una app (aplicaciones de estos dispositivos) para control del consumo de datos. Muchos operadores ofrecen bonos de ampliación del consumo máximo de datos cuando superamos el  consumo contratado.

Llamadas de voz y mensajes cortos

Si el verano transcurre en España, las tarifas de móvil no cambian respecto al uso habitual. Para mensajes cortos “clásicos” puede ser recomendable un bono de SMS o aprovechar para probar una conexión de datos de bajo coste e instalar en el móvil la aplicación de mensajería que más usen nuestros conocidos (Whatsapp, Viber, Line…).

Para llamadas largas de voz, agotemos los minutos que tenga incluidos nuestra tarifa y como alternativa usemos Voz sobre IP (Skype, Google Hangout, Viber) siempre desde una conexión a Internet sin límite de consumo.

Viajes al extranjero

En el extranjero es donde podemos incurrir en sobrecostes imprevistos. Lo llaman sufrir un “bill shock”: la conmoción de la factura.

Si el viaje es por países de la Unión Europea, y algunos asimilados, lo mejor es acogerse a la “Eurotarifa” para “roaming”. Los operadores están obligados a aplicarla y desde primero de julio los costes son muy buenos (7 cent/min por recibir llamadas, 24 cent/min por llamar a cualquier número de la UE y 8 cent por un SMS). Los bonos que ofrecen los operadores se ajustan a perfiles de consumo muy concretos y raramente suponen un ahorro.

En el caso de los datos en la Eurotarifa es aún caro (45 cent/MB) y ahí sí que resultan interesantes algunos bonos de los operadores. Muy importante en “roaming” de datos: el límite de facturación es de 50€ (salvo que expresamente establezcamos otro) y debemos recibir un aviso SMS al alcanzar el 80% de ese consumo. Reclamenos si el operador no lo respeta: nos ampara una regulación de la UE.

Para viajes fuera de la UE (¡ojo a Andorra, Turquía….!) restringir al máximo llamadas, y para datos, considerar el comprar una SIM local.

Desconectar para descansar

Sobre la disyuntiva de la conexión o la desconexión, lo que debe primar es el descanso, el “cambio de aires”. Las tecnologías digitales, bien usadas, pueden ayudar a ambas cosas.

Para ello deberemos evitar usar las herramientas exactas que tenemos durante el tiempo de trabajo de forma continua: hay que desconectar de esas.

Ideas prácticas: poner un fondo veraniego al móvil o la tableta, configurar unos buenos filtros al correo electrónico, o bien evitar tener los avisos del correo activados.

Si tenemos que abrir el ordenador del trabajo, o el usuario del correo profesional, hagámoslo de forma estrictamente acotada en el tiempo: el haber configurado bien unos filtros de archivo de temas menores y de selección de importantes nos ayudará a estar tranquilos y que el regreso sea suave y controlado.

Si estos consejos le son de alguna utilidad, compártalos con sus conocidos  y sobre todo,  disfrute de la vida, sea cual sea su verano que le deseo muy feliz.

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Artículo publicado en Las Provincias el sábado 27 julio 2013

LP Verano Digital

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Intervención en programa El Barómètre de Radio Nou sección @Desenredant

Ahorrar y tecnología

Ahorrar es el “mantra” de los tiempos actuales. Las empresas privadas han recortado costes desde hace varios años, y en algunos casos de forma radical.

Las administraciones y empresas públicas están ahora aplicándose con intensidad en el ahorro: “hacer más con menos” se repite por todos los rincones y tribunas.

Esta semana Máximo Buch, Conseller de Economía, Industria y Comercio de la Generalitat Valenciana, ha presentado en el Foro LAS PROVINCIAS / PwC unos ejes estratégicos y unas medidas de actuación entre las cuales citaba el compromiso de austeridad, reducción del déficit y simplificación de trámites.

Refiriéndonos a las tecnologías de la información y las comunicaciones, es decir a la electrónica, informática y telecomunicaciones, cabe preguntarse si el dinero que ponemos en ellas supone un gasto imprescindible, una inversión productiva o un derroche innecesario.

¿Se puede ahorrar en tecnología? claro que si.
¿Se puede ahorrar con la tecnología? por supuesto, y mucho además.

Empecemos por la primera cuestión: ahorrar en tecnología.

Las telecomunicaciones, la informática y la electrónica hace 10 años eran mucho más caras que ahora, entre un 12% y 154%. Se trata de los dos únicos subgrupos de productos que son deflacionistas en el IPC publicado por el INE. No obstante, a pesar del abaratamiento de los precios, los presupuestos en informática y telecomunicaciones de muchas empresas y administraciones han aumentado.

Tanto los particulares como las empresas y entidades usamos ahora mucho más las telecomunicaciones y la informática. Su uso sustituye a menudo otros gastos, como más adelante veremos. Pero a veces el gasto es inadecuado e ineficiente. Los fabricantes y las operadoras tienen entre sus objetivos ganar cuanto más mejor, no lo olvidemos, y somos nosotros quienes tenemos que poner inteligencia en nuestras compras de tecnología, como de cualquier otra cosa.

Tanto a nivel empresarial como en las Administraciones Públicas existen iniciativas para comprar con acierto, como son las Centrales de Compras y Contratación. Si a ello se une una buena especificación de la compra o el contrato y una vigilancia cualificada en la ejecución del servicio y su facturación, las posibilidades de ahorro son mucho mayores.

Los particulares pueden ahorrar con medidas sencillas de poner en marcha.

Una de ellas: pedir a nuestra operadora el bloqueo de los mensajes “Premium”: abundan en telefonía móvil pequeños fraudes tales como los servicios de recepción de mensajes “premium”. Sin darnos cuenta, a menudo con prácticas fraudulentas, algunas empresas nos dan de alta en servicios que generan unos gastos de forma acumulada de unos 40 o 50€ al mes. Esas cantidades pueden pasar desapercibidas si no analizamos la factura. En este caso el peligro viene de empresas externas a los operadores.

Otro peligro es el uso de los móviles en el extranjero. El acceso a Internet con móviles y tabletas en itinerancia (“roaming” = conexión a redes de datos en el extranjero) puede suponernos un buen susto. Como medida de precaución es mejor usar en los viajes estos aparatos solo con WiFi o asegurarnos de haber contratado un bono de “roaming de datos” que en cualquier caso siempre tendrá un consumo limitado que impone moderación.

Si a pesar de las precauciones sufrimos excesos de facturación, es bueno saber que la Comisión Europea ha establecido un límite por defecto de 50€/mes para facturación de datos en itinerancia, siendo responsabilidad del operador el cortar el servicio al alcanzarlo, salvo que hayamos establecido otro límite.

Si hay problemas reclamemos primero a nuestro operador y si tras un tiempo no nos resuelve el problema acudamos a una asociación de consumidores o al servicio del Ministerio de Industria para estos casos en www.usuariosteleco.es

En cuanto a la segunda cuestión sobre si se puede ahorrar con la tecnología, la respuesta es sí, es posible ahorrar mucho y además se puede obtener una mayor productividad con los mismos recursos de personas y capital.

Pero para ello no basta con comprar la tecnología a toneladas. Hay que rediseñar los procesos, conociendo las tecnologías existentes, y seleccionar las más adecuadas para cada caso. Aunque hay situaciones que se repitan, cada empresa, cada entidad, puede tener sus particularidades y muy especialmente se ha de tener en cuenta al equipo de personas usuarias en cuya voluntad y preparación reside el éxito o el fracaso para el resultado final de lograr esos ahorro y eficiencia deseados.

Hay ejemplos claros de ineficiencia: en el foro de la Semana Informática hace unos días se contó como anécdota la existencia de ocho aplicaciones distintas para control de presencia y horario en la Generalitat Valenciana: sin duda ahora sobran siete, y será por poco tiempo, ya que se está poniendo remedio.

Hay que ser cuidadosos en la informatización de un proceso y no hacerlo sin comprender bien las funciones en dicho proceso de los administrativos, técnicos y profesionales especializados que estén involucrados. Los procesos pueden y deben cambiar mucho al introducir un formulario electrónico o al digitalizar un expediente. El tiempo y motivación de los profesionales especializados no debe malgastarse en “peleas” continuas con las aplicaciones. Siempre se dice que la informatización ha de estar al servicio del usuario, pero éste muchas veces no lo vive así, sino como una imposición que le entorpece. Las aplicaciones de consumo más exitosas marcan el camino; cuanto más intuitivo, adaptado y fácil de utilizar es un programa, menos “fricción” se produce, lo que equivale a un mayor éxito.

Hay que estar atentos a las maniobras de marketing envolvente por parte de fabricantes y operadores. Unos y otros tienen departamentos especializados en vender más y mejor. A menudo presentan los conceptos tecnológicos como asuntos novedosos y superiores a los de su competencia y resulta difícil especificar una solución homologable para un proceso de compra en el que se puedan comparar precios, rendimientos y utilidades.

Por otra parte no es fácil estar al día, la tecnología avanza rápido, y algunos malos vendedores se encargan de adornar sus ofertas e intentan acelerar las compras presionados por sus objetivos internos cortoplacistas.

Ante esta realidad la tentación es rechazar toda inversión en tecnología y eso puede ser un grave error. Lo que necesitamos es entenderla en función de nuestras necesidades y elegir la más adecuada a cada caso.

Hay cientos de estudios que demuestran que el uso adecuado de la tecnología produce ahorros reales en tiempo y energía y mejoras en la productividad. Un ejemplo sencillo puede ser el coste de gestión para atender a una instancia ciudadana: en modo presencial son 80€ frente a 5€ si se realiza de forma electrónica.

Ahorrar en tecnología es posible. Ahorrar con el uso adecuado de tecnologías es necesario, imprescindible.
Querido lector, que tenga una feliz y ahorradora semana.

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Artículo publicado en tribuna de opinión de Las Provincias el domingo 29 de abril 2012