Mayo 1978. Día Mundial de las Telecomunicaciones

El 20 de mayo de 1978 el diario Las Provincias de Valencia publicó este artículo sobre el Día Mundial de las Telecomunicaciones cuyo contenido es muy avanzado y premonitorio.
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El día 17 de Mayo se ha conmemorado el Día Internacional de las Telecomunicaciones y, con tal motivo, deseamos hacer algunas consideraciones en relación con su papel en el progreso de la Humanidad.

El hombre es un animal comunicativo: exige noticia, información, entretenimiento, casi tanto como comida.

En realidad, como ser humano en funcionamiento, puede sobrevivir mucho más tiempo sin comida que sin información, como lo han demostrado los experimentos sobre privación sensorial.

Cables submarinos, satélites artificiales, transmisión de datos, acceso a los ordenadores, centrales telefónicas controladas por ordenador, junto con transistores y circuitos integrados, son temas de la más palpitante actualidad.

La telecomunicación, asociada a la técnica eléctrica o electrónica, tiene su nacimiento en 1837 cuando Morse inventa el telégrafo y con ayuda de 30.000 dólares que obtuvo del Congreso de EE.UU. estableció la primera línea telegráfica entre Washington y Baltimore en 1844.

Hitos importantes son el tendido del primer cable submarino telegráfico transatlántico que, aunque sólo duró 20 días, llegó a conducir 732 mensajes entre ellos uno de la reina Victoria de Inglaterra al Presidente Buchanan de los EE.UU. que tardó 16 horas en transmitirse, el establecimiento de la primera comunicación transatlántica por telegrafía sin hilos en 1901, invento de Marconi, el primer sistema multipex entre Baltimore y Pittsburg con cuatro canales telefónicos sobre un par de hilos y las primeras señales audibles enviadas por el satélite ruso Sputnik I que se recibieron directamente del espacio el 4 de octubre de 1957.

Cada uno de estos campos ha tenido un amplio desarrollo debido al progreso de los componentes electrónicos activos y pasivos que conduce a los actuales circuitos integrados en gran escala que permiten incluir en un solo bloquecito miles de transformadores, diodos, condensadores, transistores y resistencias.

De esta forma hoy día se dispone de cables coaxiales y equipos que permiten capacidades de 2.700 canales telefónicos con un ancho de banda de 12 MHz y 10.800 canales de 60 MHz, cables telefónicos como el “Columbus” inaugurado el 12 de octubre de 1977 entre Canarias y Venezuela de 6.000 kilómetros de longitud con 1.840 canales y satélites artificiales como los de la serie INTELSAT IV que generan 500 watios con baterías solares y pueden suministrar de 3.600 a 9.000 circuitos, según las condiciones.

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En el campo de la conmutación telefónica o telegráfica los progresos no han sido menos notables.

El objetivo de la misma es el establecer una conexión que puede funcionar, según los principios de división en el espacio y en el tiempo, consistiendo el primero en unir dos puntos de la red con mutación por una serie de contactos asignados definitivamente y durante toda la comunicación a esos dos puntos, mientras que el segundo consiste en que puede atenderse simultáneamente, pero en multipex las diferentes conversaciones.

Pertenecen a la primera clase las centrales telefónicas manuales, las de selectores rotativos, las de conmutadores de barras cruzadas y las semielectrónicas constituidas por multiselectores miniatura con retención eléctrica, magnética o mecánica.

Las centrales con división en el tiempo son electrónicas y emplean la modulación por impulsos codificados (MIC) teniéndose fundadas esperanzas en que puedan ser la solución electrónica del futuro.

El futuro de las telecomunicaciones se presenta muy prometedor a la vista de las áreas de investigación implicadas que se asocian a aplicaciones concretas.

Estas áreas de investigación se refieren a comunicaciones ópticas, investigación en fibras de vidrio, tecnologías de banda ancha, videoteléfono incluso en color, terminales con presentación de datos en pantalla, conmutación y transmisión digital, redes públicas de datos, relación hombre-ordenador, relaciones biológicas con terminales redes y ordenadores, comunicaciones y educación, utilización eficiente del espectro de frecuencia, codificación de la voz, etc.

Las posibles aplicaciones de las telecomunicaciones desde el punto de vista del usuario en los próximos 25 años, podrán abarcar aspectos de la vida personal y familiar, del mundo de negocios y empresas, a grupos de personas en áreas urbanas y a las relaciones internacionales.

En el área privada existirán nuevos servicios telefónicos como transferencia de llamadas, tono de espera cuando el abonado llamado comunica, numeración abreviada, conferencias múltiples, despertador automático, líneas con prioridad, registrador automático de llamadas. Se empleará el videoteléfono y el uso de terminales de datos y presentación de datos en pantalla, permitirán que en el hogar puedan recibirse información de centros escolares, espectáculos, agencias de Prensa, servicios públicos, bancos, comercios, documentación científica de bibliotecas, etc.

En el campo de los negocios el sistema de datos podrá tener ordenadores propios o alquilados, terminales, pantallas TV, grabadoras, impresoras con posibilidad de interconexión a través de centralitas ubicadas en ciudades distintas, facilitando a las empresas con sucursales en varios lugares su comunicación.

La selección de programas de televisión y su distribución por cable permitirán asignar canales a programas de educación, servicios públicos, información local, etc.

Los servicios médicos dotados de medios de transmisión de datos y presentación de éstos en pantalla, podrán dar mejor servicio y evitar pérdidas en desplazamientos.

Las emisoras de radio y televisión vía satélite se extenderán de forma que a través de un receptor especial puedan dirigirse programas de educación, información y entretenimiento a áreas concretas e incluso a receptores domésticos dotados con accesorios y antenas especiales.

La comunicación es el complemento indispensable del transporte y la esencia del progreso.
Un país que limite la comunicación de su pueblo con el resto del mundo oculta a sus ciudadanos el verdadero estado de éste y sus opiniones.

Los grandes conflictos tienen poca probabilidad de desarrollarse entre naciones que mantienen buena comunicación.

Recordemos también entre las efemérides, que la creación del título de Ingeniero de Telecomunicación en España tuvo lugar por Real Decreto de 24 de Abril de 1920, habiendo hoy día aproximadamente 2.000 Ingenieros Superiores y casi otros tantos Ingenieros Técnicos que trabajan en los sectores de telefonía (fabricación y explotación), telegrafía y telex (Cuerpo de Ingenieros de la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones), ordenadores y datos, ayudas a la navegación aérea y marítima, radiodifusión y televisión (Cuerpo de Ingenieros de RTVE), transportes terrestres (RENFE), enseñanza (dos escuelas de Ingenieros Superiores, 3 de Ingenieros Técnicos y Facultad de Informática), electromedicina, comunicaciones privadas, etc.

ADOLFO J. MONTALVO SANZ
Dr. Ingeniero de Telecomunicación

1 peseta, 15 palabras

 
Bajo impresion vivisima que causa magnitud del exito exposicion […]» Así comenzaba el telegrama que el 22 de mayo de 1909 el presidente del Gobierno Antonio Maura envió desde Valencia a Madrid al presidente del Senado Marcelo de Azcárraga, suegro de don Tomás Trenor.
ilustración por Luis Lonjedo

ilustración por Luis Lonjedo

En 1909 las telecomunicaciones estaban muy presentes entre los valencianos. De media se enviaban o recibían dos telegramas nacionales por habitante y año y un telegrama internacional por cada tres adultos. Un telegrama nacional de 15 palabras costaba 1 peseta. Y 50 céntimos los provinciales. ¡Cuánto ha llovido desde entonces! Aunque seguro que entre nuestros bisabuelos y tatarabuelos alguno habría de los que se quejaban de que los telegramas no tenían acentos, ni distinción entre mayúsculas o minúsculas. Y para ahorrar palabras a veces se omitían preposiciones y artículos. ¡Vaya cosas!

Los telegramas eran fundamentales para el Ejército y el Gobierno, que tenían sus propias estaciones. Las empresas y los bancos se comunicaban la cotización y la producción de las materias primas y mercaderías. El comercio, la industria y la agricultura habían dado un salto desde que 50 años antes el telégrafo eléctrico se había desplegado por las principales ciudades de España. Las personas se comunicaban los acontecimientos más felices y los más tristes por telegrama. Hace un siglo en España existían 1.725 estaciones telegráficas, sin contar las oficiales.

También teníamos teléfonos por aquellos años. El primer aparato lo había traído desde París a Valencia Juan Solís en 1878, como gran primicia nacional. Y la primera línea de larga distancia en Valencia, entre Meliana y la calle Colón, la había instalado la empresa Mosaicos Nolla en 1883. Pero en telefonía tuvimos en España hasta 1924 un pequeño caos, con líneas privadas, múltiples redes urbanas aisladas operadas por concesionarios privados y una exigua red interurbana. La red urbana de Valencia tenía 1.088 abonados y además en la ciudad teníamos 180 estaciones telefónicas interurbanas. La mayoría de los ciudadanos no usaban el teléfono, a lo sumo lo hacían con un servicio que, en competencia con el servicio oficial de telégrafos, comercializaron las compañías telefónicas: los «telefonemas», que no eran otra cosa que mensajes dictados por teléfono a un operador al otro extremo que lo transcribía con bella caligrafía y que se entregaba al destinatario en su casa.

Los periódicos eran grandes usuarios de telegramas y crónicas telefónicas. Ya en 1866 LAS PROVINCIAS se suscribió a Crónicas Telegráficas de la Agencia Fabra. Y en 1867 recibía semanalmente correspondencia telegráfica privada desde París. Y también fue el primer periódico en tener teléfono propio. En 1909 eran ya herramientas básicas para los medios de comunicación. Así lo podemos ver en los diarios de la época: Crónica Telegráfica. Crónica Telefónica desde Madrid. Desde Barcelona. Desde Melilla durante el triste verano de 1909.

Aparatos de telégrafos los podemos ver en la exposición ‘Valencia 1909’, organizada por encargo del Ayuntamiento al periodista F. P. Puche y en la que ha colaborado, como otros valencianos, el ingeniero Vicente Miralles del Foro Histórico de las Telecomunicaciones junto con el autor de estas líneas. También podemos ver un maravilloso teléfono Ericsson BC2000 justo como el que tenían en el Palacio Real. Las crónicas de la época nos cuentan que en su visita a Valencia se instaló en Capitanía un teléfono para que «S. M. Alfonso XIII pudiera hablar con sus augustas esposa y madre».

Hoy en día usamos las telecomunicaciones para los negocios y todo tipo de comunicación personal. Hablamos desde cualquier rincón de nuestra geografía gracias a uno de los más de 50 millones de móviles que hay en España. Ya no tenemos que ir a un locutorio, ni tan siquiera a una cabina o a una línea fija para hablar con alguien. Ni es preciso pedir una conferencia a la operadora. Llamamos y ya está. Y también podemos poner un SMS o un correo electrónico, y podemos hacerlo desde el móvil. Cada vez más fácil y más barato. Yo mismo me asombro y eso que llevo años relacionado con las telecomunicaciones. Esta misma semana mi operador del móvil me ha ofrecido una nueva tarifa plana que me permite desde el móvil navegar por internet, escuchar música, enviar fotos ver vídeos y, por supuesto, escribir mensajes por correo electrónico. Todos los que quiera, con el aparato que llevo en mi bolsillo y desde cualquier punto de la geografía. He calculado que con mi tarifa mensual (12 euros, unas 2.000 pesetas) podría mandar tantos mensajes que equivalen a que por 1 peseta puedo enviar nada menos que 20.000 palabras. A cualquier parte del mundo y a una velocidad de vértigo. Este artículo tiene justas 900 palabras. Puedo enviar 25 textos como este por tan sólo 1 peseta.

Y esto no ha hecho más que empezar. Cambia la forma en que nos relacionamos, uno con uno, uno con muchos, muchos con uno. De forma síncrona o asíncrona. Con modelos que emulan formas de comunicación antiguas (telegramas, conversaciones uno a uno) o con nuevos modelos más conversacionales y naturales, eliminando las distancias. Nos comunicamos más que nunca. Leemos y escribimos muchísimo más que cualquier otra generación. También los más jóvenes, quienes además han inventado un lenguaje especial al escribir SMS para ahorrar caracteres. ¡Qué cosas!

En 100 años podemos apreciar avances inimaginables en telecomunicaciones. Los usos evolucionan pero en el fondo son los mismos: poner en comunicación, lo más precisa y rica en formatos, a las personas entre sí. En eso estamos.

1 peseta, 15 palabras
Artículo de Opinión publicado en Las Provincias el domingo 7 de Junio de 2009

La Glissoire

adomon

adomon

Glissoire Roulant
«Glissoire Roulant» (Toboggan)

 

La vida es como un tobogán. Nos deslizamos por ella alegremente.

La tecnología es lo que distingue al homo sapiens de otras especies. Usemos y disfrutemos de los avances tecnológicos. Sin miedo al cambio. Como en un tobogán.

Mayo de 1909. En Valencia se inaugura la Exposición Regional. Los prodigios de la tecnología de la época pudieron ser admirados desde lo alto de un tobogán que llamaron el «Toboggan» o: La Glissoire «Roulant».