Móviles y adultos Amor y odio

Los adultos amamos los teléfonos móviles. Y también los odiamos.Si vd. tiene entre 30 y 70 años es muy probable que posea un móvil y que lo tenga casi siempre al alcance de la mano.

Seguro que lo usa para hablar, y alguna vez para enviar y recibir mensajes cortos SMS. Es probable que lo tenga desde hace unos 10 años.

Estamos en agosto y con la impunidad del calor me atrevo a hacer una predicción: antes de 5 años, querido lector, vd. tendrá un móvil con conexión a Internet. De modo que prepárese porque si piensa que lo que ha visto es asombroso lo que viene puede ser impresionante.

Los móviles e Internet están cambiando nuestro lenguaje, la forma en que pensamos y con ello la forma en que vivimos.

Hoy quiero compartir con vd. los SIETE secretos de una vida mejor con el uso de los móviles.

El primer secreto es la cortesía. Cuando use un móvil sea cortés. En primer lugar con las personas que le rodean en ese momento. No es cortés interrumpir reuniones, sean de trabajo o de ocio, con llamadas de teléfono o continuas consultas a los mensajes del mismo. Sea cortés también con el interlocutor, en conversación de voz y especialmente de forma escrita. Antes de enviar un mensaje reléalo y póngase en el lugar del receptor para asegurar que se entiende y que está redactado de una forma correcta, en todos los sentidos: de gramática y de cortesía.

El segundo secreto es la curiosidad por el móvil. Después de todo son aparatos nuevos los que nos venden o nos regalan, con funciones y menús que, diseñados con mayor o menor fortuna, tienen su utilidad. Reconozco que hay personas a las que les produce un rechazo todo lo tecnológico. Para aprender se necesita curiosidad y una vez aprendido suele ser gratificante el resultado. Si lo precisa pregunte a su alrededor, a quienes le venden o entregan el móvil, o a los más jóvenes de su entorno que tengan terminales parecidos.

La perseverancia es el tercer secreto. Para convivir felizmente con un móvil y que su uso sea provechoso y a nuestro servicio hay que perseverar en los buenos hábitos y las «mejores prácticas». No se aprende todo a la primera, y además las posibilidades de la telefonía móvil se amplían continuamente. No se desanime, siempre es buen momento para aprender, y la perseverancia ayuda mucho.

El cuarto secreto es la exigencia. Podría haber escrito también la excelencia. La vida moderna transcurre muy deprisa y es muy ajetreada. Exceso de información poco relevante, productos «low cost», servicios «low quality» son la maldición de nuestros tiempos. Los móviles y las operadoras de telecomunicación no son ajenas a estas tendencias. Las sufren, porque los clientes somos cada vez más exigentes y las infringen porque ejercitan una inmensa presión comercial y suministran, salvo excepciones, un pésimo servicio de atención al usuario-cliente. En general en España la telefonía móvil funciona muy bien (cobertura, calidad) si nos comparamos con otros países incluso los más avanzados. Pero lo que son pésimos son los servicios de atención al cliente. Cuando vd. tenga que llamarles sea exigente, sin perder la cortesía, explique lo que necesita y defienda sus derechos como cliente. Hay un clamor de quejas sobre la atención a usuarios. No sólo es en España y no sólo en el sector de la telefonía móvil, pero eso no me consuela. Sres. responsables de los Centros de Atención a Clientes, si es que leen este artículo, hagan algo, pronto.

Yo mismo puedo olvidarme del quinto secreto: la paciencia. Recomiendo ser pacientes y humildes con los móviles. Después de todo hace una década no disfrutábamos de su compañía. Ni nos sentíamos sus esclavos. Pero muchas personas que han sido obligadas a tener un móvil por razones profesionales, lo perciben como un enemigo: por esa vía les controlan, les exigen. Antes era solo con llamadas de voz y ahora, cada vez más, con mensajes y correos. Pero sea paciente. El despotismo se puede ejercer por muchas vías y aunque es cierto que los interlocutores déspotas tienen nuevas armas, también vd. puede aprender y enseñar nuevas normas de comunicación cortés y eficiente.

Sexto secreto: prudencia. Son aparatos asombrosos, una extensión de nuestra memoria y de nuestra inteligencia, pero se pueden perder o estropear. Seamos prudentes y guardemos copia de lo que lleven almacenado. Hoy día todos los teléfonos tienen formas bastante sencillas de salvaguardar los contenidos: agendas, mensajes, fotos. Seamos prudentes y guardemos copia de lo valioso.

Y termino con el séptimo secreto: la alegría. Una actitud que tiene que ver con los anteriores secretos y con la felicidad. Use los móviles con alegría. Puede amarlos y odiarlos a la vez, pero hágalo con alegría.

Estos son los SIETE secretos de la convivencia y aprovechamiento de los móviles: cortesía, curiosidad, perseverancia, exigencia, paciencia, prudencia y alegría.

Hace dos semanas en estas mismas páginas de LAS PROVINCIAS, hablamos de los móviles y los jóvenes. Si no pudo leerlo puede encontrarlo en la dirección web http://j.mp/movjovLP. En septiembre hablaremos de los móviles y los niños y más tarde también de la relación de los «senior» con los móviles. Si tuviera alguna inquietud sobre estos asuntos escríbame al correo adomon14@gmail.com, sus ideas pueden ser útiles para otras personas.

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Artículo publicado en Las Provincias el 22 de Agosto de 2010

Móviles y adultos Amor y odio

www.lasprovincias.es/20100822/opinion/moviles-adultos-amor-odio-20100822.html